sábado, 7 de agosto de 2010

Un largo trámite

La jornada de hoy ha sido larga. Aunque no dejaba de ser una diligencia al fin y al cabo. No ha habido ni grandes núcleos urbanos, ni catedrales majestuosas, ni importantes monasterios. Sólo colinas verdes y aldeas minúsculas que se superaban sin rodeo. El único obastáculo: los ríos, los innumerables ríos. Al cortarlos, la ruta se convierte en un contínuo sube y baja. Pero el día de hoy no ha sido más que un trámite (de 28 largos y no se porqué duros kilómetros), hacia Santiago.

Mañana, cuando llegue a Santiago, sonreiré. De alegría, de emoción, de satisfacción. No sé si me descalzaré, no sé si lo terminaré de rodillas, o si lloraré. Pero sonreiré con emoción y con satisfacción al ver completado uno de mis más duros retos. Rezaré. Abrazaré al Apóstol. Me prometeré a mí mismo varias cosas.

Y después, os contaré en mi último post cómo terminé el Camino. Luego, en Madrid, o en Irún, o en Barcelona, Bilbao o Málaga, nos contaremos entre cervezas el resto de experiencias. Este Camino ha sido impresionante.

Mañana, ¡más!


Enviado desde mi dispositivo BlackBerry® de Orange.

2 comentarios:

  1. cada dia me sorprende mas, eres una persona rica de espitud, pues si me gustaria está cuando cuentes en persona tu experiencia,donde sea me gustaria estár. Aunque lo que sientas por mucho que lo explique.... hay que hacerlo uno.
    BESOS. Toñi

    ResponderEliminar
  2. Vamos chaval que el Domingo es el gran día, tu promesa cumplida y el espíritu renovado, estoy muy orgulloso de ti y me alegro por que hayas vivido una experiencia como esta.
    Bss
    Papá

    ResponderEliminar