jueves, 22 de julio de 2010

100% natural

¡32 kilómetros! Ahí, con alegría. Las rodillas se resienten, pero el pulso aguanta. Al fin y al cabo, lo de hoy sólo ha sido el aperitivo de los 35 km de mañana.

Desde Burgos a Hontanas, pasando por Villalbilla, Tardajos, Rabé de las Calzadas, Hornillos del Campo y Arroyo San Bol.

Todo ello, en la soledad castellana (apenas un anticipo de lo que se avecina en Palencia). El terreno parece un calco contínuo de sí mismo: mesetas separadas por valles, cubiertos de trigo. Llanura burgalesa en estado puro.

Respecto a Arroyo San Bol, es algo enigmático. Debe su nombre a San Baudilio, una aldea que fue misteriosamente abandonada en 1503, no se sabe bien si por la epidemia, o por temas relacionados a la expulsión de los judíos (se dice que se refugiaron en este pueblo desoyendo el mandato real, de forma cuasi secreta, hasta que definitivamente vieron peligrar sus vidas). Una historia interesante.


Otra de las cosas que me fascina del camino, y que todavía no he comentado, es el 'reencuentro con la naturaleza'. No en plan hippie. La cuestión es la siguiente: cuando paso por Tardajos (por ejemplo), y compro un par de tomates, vienen directamente del huerto (del vecino del pueblo). Cuando compro una barra de pan, está hecha en un horno, de verdad, ese mismo día a la mañana. Aquí no hay camiones, no hay Mercamadrid, no hay transgénicos que le cambien el color ni el tamaño. Y está delicioso.

Cuando ando por el campo, me peleo con las cabras para hacerme un hueco en el camino (no con los coches). A la mañana, me despierto oyendo gallinas. Cuando huele mal, no es por gasolina ni por polución, sino porque hay vacas cerca. Y cuando le pregunto a una mujer de pueblo cualquier duda, no me deja marchar hasta asegurarse de que lo he entendido todo ("¿me has entendido, muchacho?").

No me he vuelto antisistema. Y no voy a dejar Madrid por venir a Rabé de las Calzadas a ser el habitante 14 del pueblo, pero me gusta este cambio temporal de aires.

Dos cosicas más: me sorprende gratamente el seguimiento del blog; con el comentario de los maquinistas de Metro he recibido varias llamadas y mensajes. Quizá sobraron las descalificaciones. Y sí, definitivamente, dejaré los temas de actualidad para cuando vuelva.

Segundo: mi abuela, mi maravillosa abuela, que con 80 años aprendió a usar el móvil, con 81 quiere un ordenador (sí, un ordenador). Y no se trata de un capricho temporal, lleva varios meses comentándolo. ¿Se puede ser más, más, más todo? Orgullo de abuela (más si cabe).

¡Mañana más!


Enviado desde mi dispositivo BlackBerry® de Orange.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu foto de los pavos, ahí por la calle...jajajajaj

    creo q ue comer tomates no transgenicos te esta afectando al cerebro...dejalo...jajaja

    ya sabes que me parto con tu abuela, sobra decirlo, porque, "como yo", es muy tecnológica.
    muchos besos caminante.
    ali

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  2. Escoger una camino significa abandonar otros. Si pretendes recorrer todos los caminos posibles acabarás no corriendo ninguno

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